Déjame que te cuente un poco sobre mí para que entiendas por qué hoy puedo ayudarte y lo que me avala para acompañarte en tu camino.
Mi nombre es Maria Antònia Piqué, pero para ti, soy Mariant.
He llegado a mi década de los 60 y como podrás imaginar, he pasado por muchos momentos complicados y experiencias difíciles.
He tenido instantes en los que creí que no sería capaz de superar algunas situaciones que te contaré unas líneas más abajo.
Momentos en lo que sentía que las “piezas” de mi vida nunca volverían a encajar.
Quizá tú ahora sientas algo parecido, no te preocupes, en tu mano está volver a construir las “piezas” para volver a sentirte como quieres. Yo te voy a ayudar si así lo deseas.
He conseguido superar acontecimientos durísimos varias veces en mi vida y te aseguro que tú también puedes.
Como dice mi querida amiga Inma:
“La Paz no es ausencia de conflicto”.
Mi misión a estas alturas de mi camino, con mi experiencia y formación, es compartir con el mayor número de personas cómo tener una vida plena y con sentido a pesar de las dificultades. Cómo sentirte en paz y afrontar los cambios difíciles sin perder tu bienestar físico y emocional.
Capítulo 1: Mi primer gran golpe
Tengo tres hijos, el primero lamentablemente falleció a las 48 horas de nacer, nació a los 8 meses de gestación por desprendimiento de placenta. Fue mi primer gran maestro.
Este acontecimiento hizo que toda mi vida se descuadrara, como cuando se empiezan a caer las piezas de un puzzle y todas se desordenan.
Reconozco que fue la peor época de mi vida. Lloraba cada día y me sentía “seca” por dentro. Me quería morir.
Entré en depresión, únicamente quería estar sola para pensar en mi hijo y llorar sin que nadie me dijera que no llorara.
Me sentía incomprendida.
No dormía, tenía insomnio y cada día iba a peor.
Capítulo 2: Las consecuencias del golpe
Me llevaron al psiquiatra que me explicó que estaba pasando por una depresión exógena debido al fallecimiento de mi hijo y que era normal.
Me recetó antidepresivos y pastillas para dormir y me programó visitas al principio cada semana para ver cómo evolucionaba.
En aquellos años no se hablaba de este tipo de muertes, era tabú. Muchas mujeres hemos sufrido por ello.
Poco a poco la medicación fue haciendo efecto y me recomendó un psicólogo para elaborar el duelo. Éste me animo a que llorara y hablara de mi hijo. Fue sanador para mi cuerpo y mi espíritu.
Estuve varios meses acudiendo a las sesiones y reconstruyéndome, intentando encajar, o más bien reconstruir las piezas de mi vida que se habían caído y perdido.
Capítulo 3: Mi despertar
Muy resumido, retomé algunos libros que leía a escondidas en mi adolescencia sobre espiritualidad y aquello me abrió puertas de sanación que yo desconocía.
Capítulo 4: Una de cal y otra de arena en esta etapa
A los 30 años, curé mi depresión, recuperé las ganas de vivir y llegó mi segundo hijo.
Su llegada fue fantástica, felicidad total, me sentí la mujer más afortunada del mundo.
Mi crecimiento personal, a trompicones, iba avanzando y no paralelamente con el de mi marido, otro maestro muy exigente pero muy positivo para mi crecimiento.
Me “gradué”, (separé) a los 20 años de matrimonio.
Me volví a casar a los 40 y tuve a mi tercer hijo, y de nuevo otro gran maestro, ya que decidió nacer a los seis meses de gestación.
Reviví el pánico y el dolor que había pasado con mi primer hijo, pero los libros que había ido leyendo, como “Las nueve revelaciones” y el que escribió la Dra Inmaculada Nogués “De lo físico a lo Sutil” me ilustraron sobre nuestra constitución física y energética.
Todo ello me ayudó a enfocar positivamente la situación.
Capítulo 5: Los aprendizajes en forma de golpes no paran
A los 47 años, de nuevo un divorcio complicado pero muy necesario por el bien de todos.
Un nuevo y doloroso aprendizaje en el que se tambaleó peligrosamente mi autoestima, bueno, más bien se hundió.
Nunca me había imaginado que algo así me pasaría a mí. Yo había crecido en una familia muy católica en la que el divorcio no se contemplaba con buenos ojos y me costó superarlo. Tenía la sensación de haber fracasado por segunda vez.
Mi único hermano falleció a los 47 años, tristemente había sucumbido al alcoholismo y no pudimos ayudarle a salir de él.
Una nueva lección que aprender y un nuevo duelo a elaborar.
Capítulo 6: La transformación de mi vida laboral
Después de la excedencia para cuidar de mi hijo prematuro, decidí no volver a incorporarme a la empresa por la incompatibilidad que representaba para conciliar con mis responsabilidades familiares. Decidí cambiar de nuevo mi rumbo, regresé a mi pasión de los 18 años y me puse a estudiar diferentes terapias.
Empecé formándome en el método Tomatis para ser una profesional autónoma, poder cuidar de mis hijos y ser dueña de mi tiempo.
Hace ya 10 años que mis hijos se fueron a estudiar al extranjero. Entré en una nueva etapa de aprendizaje. Con mis hijos estudiando en otro país y mis padres fallecidos, el nido físicamente estaba totalmente vacío y disponía de tiempo para profundizar en mis estudios.
Aprendí que, aunque exista distancia física entre mis hijos y yo, me siento muy unida a ellos. Ahí la física cuántica me dio la clave.
Ahora sé que el entrelazamiento cuántico existe.
Mi decisión de seguir formándome, me llevó a ampliar mis conocimientos con Metafísica, Realicé el Método Salmaia, con mi querida profesora Marichu Rios, el Método Kimmon del profesor Joaquim Valls, y asistí a cantidad de conferencias y talleres relacionados con la salud y la espiritualidad.
Cuando llegó la pandemia, se cerraron algunas puertas, pero también se abrieron grandes oportunidades.
Accedí online a talleres y conferencias de personas maravillosas de todo el mundo que sin pandemia quizá no hubiera conocido y aproveché para ponerme al día en informática para poder trabajar a distancia.
Los dos últimos años me he dado cuenta de que yo también debía compartir todo lo que he aprendido y por eso ahora estoy aquí haciendo algo que nunca creí que haría, escribir sobre mí.
Conclusión:
Ha sido un gran regalo haber podido conscientemente crearme la vida que deseo, que es vivir en paz conmigo misma, sea cual sea la situación exterior.
Es por ello que estoy aquí, para mostrar que todos necesitamos conocernos y saber quién somos para crear la vida que queremos, para descubrir que no somos solo un cuerpo sino mucho más.
Y que nuestro cerebro tiene un potencial impresionante y nuestro corazón es mucho más que un órgano que bombea sangre.
Que estamos constituidos, por una parte, de materia física que corresponde a nuestro cuerpo físico y otra energética o sutil constituida por distintos elementos no visibles a nuestros ojos físicos, pero no por ello menos importantes, ya que ahí localizamos las emociones, la mente y el alma.
Tenemos estudios científicos como los de Heartmath Institute que nos descubren cómo el corazón es mucho más de lo que pensamos.
És el creador del campo magnético que emitimos y el primer canal de información de nuestro cuerpo, incluso antes que el cerebro.
“Tiene autonomía propia para inhibir o activar determinadas partes del cerebro, influyendo de este modo en nuestra percepción de la realidad“.
Anne Marie Marquier, la investigadora Nazareth Castellanos, el Dr Joe Dispenza, el Dr. Mario Alonso Puig y Emilio Carrillo, por poner algunos ejemplos, son grandes estudiosos y propagadores de la importancia de nuestro corazón.
Mi mensaje para ti:
Tú eres responsable de todo lo que te sucede, de tu salud y de tu bienestar, ya que donde pones tu atención, allí va tu energía.
Ahora mi energía está volcada en “servir” y es por esto que tú estás leyendo estas líneas.
No ha sido fácil empezar a manejar de forma más coherente las redes sociales, pertenezco a la generación “analfabeta informática”, pero tengo que reconocer que ponerme al día está siendo un reto que me motiva, me desespera, y me divierte.
Por suerte cuento con la ayuda profesional de Johana Ríos que tiene paciencia de santa
Vivo la vida apasionadamente, tengo un compañero de vida maravilloso con el que sigo aprendiendo y divirtiéndome.
Me siento amada, respetada y comprendida.
A él, a mis hijos, y a mi nuera les doy las gracias por todo lo que me aportan, que es sobre todo, mucho amor en el sentido más puro y amplio de la palabra.
Acompáñame si quieres en esta apasionada aventura que compartimos en el planeta.
Estoy aquí para ayudarte. Si estás en un momento difícil, escríbeme y hablemos sin compromiso.
Gracias por leerme.
© 2023 Todos los derechos Reservados - M3taconsciencia - Contacto